Las penas del joven Werther


«He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión…He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser…Todos esos momentos se perderán… en el tiempo, como lágrimas…en la lluvia…Es hora, de morir»… Esta es la frase que Roy Batty dice en Blade Runner y que es capaz de inspirar cualquier sueño con tal de sabernos acreedores de la vida. A veces los sueños también pueden ser una llama. Sueños en el tiempo que caen como lágrimas entre la lluvia… como hoy, un día gris en Madrid, con aguacero tenue que se desliza por el cielo como llanto empapado. Un día de pedir socorro y caminar con cautela por las estepas del alma. Motivados por el zumbar del viento, el cual pide tempestuoso abrazos, calidez humana, arrastrado por las nieblas y el estrépito de la soledad más amarga. Hoy es un día que apetece estar con los seres queridos, sintiendo próximo su calor, y el chasquear de sus corazones despertando al torrente de vida. Habrá muchos que no podrán hacerlo, como el joven Werther, incapaz de seguir con vida ante el tormento de no poder abrazar a su amada Carlotte. Un espíritu errante y que vaga en pena con el convencimiento de que el canto de Ossian ha desplazado de su corazón a Homero. El drama de su vida inspiró a muchas generaciones de románticos sensibles que vieron como el amor era simplemente una ficción o anhelo imposible de conseguir. Por lo tanto, lo mejor era la muerte antes que el desvelo por la desesperación. Parece como si nuestro mundo no estuviera construido para mentes y corazones sensibles. Por eso, para muchos que no son capaces de reponerse a tanta maravilla perdida, y en palabras de Batty, es tiempo de morir… Pero ante la inevitable muerte de Werther, me imagino a su Carlotte gritando desesperada: “¡Oh, amigo!, querría sacar la espada, como un noble guerrero, liberar de una vez a mi príncipe del tormento cruel de la vida que se extingue lentamente, y enviar mi alma tras el semidiós liberado”. Quizás esa frase, tan inspirada y cargada de esperanza, sirva a los románticos de nuestro presente para seguir adelante… y morir cuando toque, no antes…

 

 

4 respuestas a «Las penas del joven Werther»

  1. No te rindas, aún estás a tiempo

    De alcanzar y comenzar de nuevo,

    Aceptar tus sombras,

    Enterrar tus miedos,

    Liberar el lastre,

    Retomar el vuelo.

    No te rindas que la vida es eso,

    Continuar el viaje,

    Perseguir tus sueños,

    Destrabar el tiempo,

    Correr los escombros,

    Y destapar el cielo.

    No te rindas, por favor no cedas,

    Aunque el frío queme,

    Aunque el miedo muerda,

    Aunque el sol se esconda,

    Y se calle el viento,

    Aún hay fuego en tu alma

    Aún hay vida en tus sueños.

    Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

    Porque lo has querido y porque te quiero

    Porque existe el vino y el amor, es cierto.

    Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

    Abrir las puertas,

    Quitar los cerrojos,

    Abandonar las murallas que te protegieron,

    Vivir la vida y aceptar el reto,

    Recuperar la risa,

    Ensayar un canto,

    Bajar la guardia y extender las manos

    Desplegar las alas

    E intentar de nuevo,

    Celebrar la vida y retomar los cielos.

    No te rindas, por favor no cedas,

    Aunque el frío queme,

    Aunque el miedo muerda,

    Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

    Aún hay fuego en tu alma,

    Aún hay vida en tus sueños

    Porque cada día es un comienzo nuevo,

    Porque esta es la hora y el mejor momento.

    Porque no estás solo, porque yo te quiero.

    Mario Benedetti

    No te rindas…!!!

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